“Su manejo es tan sencillo que hasta un niño sabría usarlo”. Es la frase más repetida por los amantes incondicionales de cualquier producto Apple. El iPad, la tablet de la marca de la manzanita, es sin duda el mejor ejemplo. Se maneja con un dedo, es potente e intuitiva. Un juguete para adultos que hace furor entre los niños.
Acérquese al niño que tenga más cerca y pregúntele qué le gustaría que le hubieran traído los reyes. Posiblemente en su carta, entre las Monster High y los Ben ten, no es de extrañar que se hubiera colado un iPad. Según un estudio de la consultora norteamericana Nielsen, un 44 por ciento de los niños estadounidenses entre 6 y 12 años, habrían pedido uno estas navidades.
Las consolas y videojuegos llevan décadas instalados en nuestras vidas y, nos guste o no, ya forman parte indispensable de los juegos, e incluso de la educación de los niños de todas las edades. Pero aquí estamos hablando de un aparato tecnológico de última generación que en su versión más básica se vende por 479 euros. Un dispositivo de diseño ultra-compacto, pero que puede romperse si se cae al suelo. Quizá no es el juguete más adecuado para regalar a un niño de seis años, aunque puede convertirse en un buen aliado para sus padres.
Una máquina a su medida
Siempre que se utilice acompañado de un adulto (más que nada para evitar que puedan romperlo) el iPad representa la interfaz de juego ideal para los más pequeños. Si dejamos que un niño intente usar un programa infantil en un pc convencional, le costará manejar el ratón con precisión, es posible que toque alguna tecla que no deba o que accidentalmente acabe en algún lugar de nuestro ordenador no permitido a los niños.
Aquí es donde el iPad compite con muchísima ventaja. La mayoría de las aplicaciones para niños están concebidas para usarse con un dedo. Puesto que el iPad tiene un único botón, es difícil que el chaval toque donde no deba o pueda borrar accidentalmente datos o programas importantes.

El iPad causa furor entre los niños. Foto, Alberto Araque
El público infantil es un segmento de mercado muy importante y los fabricantes de aplicaciones lo saben. Por eso iTunes tiene su propia sección de apps para niños, en la que podemos encontrar más de 3.000 referencias diferentes dirigidas al público infantil. Curiosamente aunque los tiempos hayan avanzado, los programas que más triunfan son aquellos que más se parecen a los juegos tradicionales, simplemente parece ser que había que cambiarles el envoltorio.
Los rompecabezas, descubre las diferencias, el laberinto, el tres en raya, aprende los colores, toca el piano o busca parejas. Los niños siguen disfrutando con estos juegos sencillos y educativos pero ahora son Buzz Lightyear, Elmo, Dora Exploradora o Lola y su tren quienes invitan a jugar a los más pequeños. Pero lo más curioso de todo quizá sea el nuevo concepto que el iPad está traspasando a los libros infantiles.
A la letra escrita se le suma la interactividad, y esto ha movido a las grandes editoriales a sumarse al fenómeno iPad. Desde hace unos meses Ediciones Santillana tiene en la red diferentes cuentos infantiles como ‘Mica y sus amigos’, o ‘El baúl encantado’. Una serie de aplicaciones en las que la lectura de la historia viene acompañada de pequeños juegos y efectos de sonido.
Como explica Marta Bonet, Gerente de Contenidos en Santillana Negocios Digitales, «las lecturas se enriquecen al permitir la participación del lector en el transcurso y ritmo de la propia historia, en las acciones de los personajes y en las actividades que se desarrollan alrededor de ellas: jugar, colorear, competir, construir rompecabezas… una experiencia de lectura diferente con la que los niños y niñas se divierten mientras aprenden».
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Comentarios
3 Responses to “Papá, quiero un iPad”
La foto de portada es de Alberto Araque, podéis encontrar más fotos suyas en http://www.araquefotos.es/
Muy buen artículo Toni, y gracias por incluir mi foto. Los niños que salen son de amigos. Yo les llevé el Ipad y aluciné con la facilidad que tuvieron para usarlo. Alguno no lo había visto en su vida y no le costó más de cinco minutos saber como se utilizaba.
Es cierto! Los niños lo manipulan como si hubiesen recibido clases particulares para hacerlo. Creo que tiene mucho potencial en el campo de la educación y sobre todo para personas con discapacidad.