Ser o no ser diferente

Homosexualidad y dibujos animados, ésta es una combinación poco habitual tanto en la pequeña como en la gran pantalla, hecho que llevó al valenciano Emilio Martí a crear y dirigir ‘Desanimado’. Un educativo corto de animación en el que subyace una férrea crítica social. Tumbado en un diván, nuestro protagonista…

Ser o no ser diferente

Homosexualidad y dibujos animados, ésta es una combinación poco habitual tanto en la pequeña como en la gran pantalla, hecho que llevó al valenciano Emilio Martí a crear y dirigir ‘Desanimado’. Un educativo corto de animación en el que subyace una férrea crítica social.

Desanimado, corto de Emilio Martí - Nonada.es

Desanimado, corto de Emilio Martí - Nonada.es

Tumbado en un diván, nuestro protagonista reflexiona sobre la complejidad de sus pensamientos, ideas que converguen en una escueta frase: “no me siento parte de esta sociedad”. Rememora episodios de su vida en los que pensó que tal vez sería mejor dejar de ser él mismo, se zambulle, escarba y, sí, se castiga por el hecho de pertenecer a un colectivo cuya sexualidad no es la mayoritaria. Es un ciudadano de segunda, como lo es la animación para el cine, y por ello nuestro protagonista se convierte en eso, en un personaje de comic, en un boceto humano “torpe, inseguro, lento, cobarde y algo gordo” que no para de quejarse.

En la trama de ‘Desanimado’ subyacen dos ideas, una que gira entorno a la orientación sexual del personaje y otra que trata sobre la animación en sí. El director valenciano Emilio Martí López preparaba la investigación doctoral del Máster de Producción Artística de la UPV, dirigida por Miguel Guillem, cuando se dio cuenta de la marginación que sufren los dibujos animados respecto al cine. Así que se aventuró a entremezclar ambas historias y de ahí surgió ‘Desanimado’.

“Si eres homosexual, pobre o analfabeto, para la sociedad eres diferente. Lo mismo ocurre con los dibujos, porque no son reales”, subraya. Para él todo cobró sentido en ese mismo instante, “casé las ideas y por eso creí que tenía que hablar de esta situación a través de la animación”.

“Si eres homosexual, pobre o analfabeto, para la sociedad eres diferente. Lo mismo ocurre con los dibujos, porque no son reales”

El autor lamenta que la homosexualidad no tenga cabida en las producciones animadas por el hecho de dirigirse al público infantil. Martí sostiene que, desde el punto de vista estético, el dibujo animado ha cambiado mucho en los últimos tiempos. “Bob Esponja, por ejemplo, es muy innovador, sin embargo, no evoluciona con mensajes más abiertos”, denuncia. En los dibujos animados siempre hemos visto el pack indivisible de hombre-mujer. Mickey y Minnie, o Donald y Daisy son dos ejemplos de parejas en las series infantiles. “Los niños no naturalizan la diversidad sexual porque no existen referentes, ni en su realidad más cercana ni en la ficción”, añade.

Protagonista de Desanimado caminando por Russafa (Valencia) - Nonada.es

El autor subraya que series para adultos como South Park o Padre de Familia tampoco ayudan a alcanzar la igualdad en ese aspecto. Es más, “a menudo el mensaje es más ofensivo que de aceptación”, señala. De ahí su interés, de ahí que Martí se lanzara a hacer realidad ‘Desanimado’, un corto que nace “de la necesidad de crear dibujos animados que representen, de modo digno y realista al colectivo LGTB (Lésbico, Gay, Transexual y Bisexual)”.

Pese a ello, Martí, que conoce de cerca la realidad social de otros países, muestra su satisfacción por lo “extremadamente abiertos” que son los españoles y españolas. “Es fácil ser homosexual en este país, tiene unas leyes y un sentimiento general mucho más tolerante que en países como Alemania, Argentina o Estados Unidos”.

Referentes del proyecto


Del arte para fusionar lo fantástico con lo cotidiano del cineasta Woody Allen y del realismo del animador Jonathan Hodgson bebió ‘Desanimado’,  un corto pensado “para transmitir y enseñar algo, no tan sólo para hacer arte”, reconoce el director valenciano Emilio Martí.

Embarcó con su familia en esta aventura, donde participaron “encantados” como ayudantes de cámara, actores, actrices y técnicos. La única persona ajena al círculo familiar de Martí fue Javier Díaz, el músico que se encargó de la banda sonora. La producción cuenta con una versión doblada al inglés y con subtítulos en francés. El autor, comprometido con los nuevos tiempos, ha preparado una versión en castellano y otra en inglés subtitulada en ambos idiomas para que lo puedan disfrutar personas con discapacidad auditiva.

Martí ha recibido un gran número de premios con este primer cortometraje de animación. Reconoce que los más especiales han sido el que otorga el público del Festival de Cine de Alcalá de Henares, el de ‘Mejor Animación’ en el Festival de Cartón de Buenos Aires y ‘Mejor Corto’ en Libercine. Además, el pasado fin de semana presentó su obra en Alemania. Se mostraba expectante, porque era la primera vez que lo hacía en un idioma que no fuera el español.

En la actualidad, el director valenciano también trabaja en un nuevo cortometraje y en una exposición que tiene pendiente presentar en verano en Polonia, gracias a la Beca Cátedra DKV. Una mezcla entre pintura y animación. “Estoy decidido, quiero poner mi granito de arena para dignificar la animación”, concluye con una sonrisa de satisfacción.