Valencia amaneció un día de mayo del 92 cubierta de carteles que anunciaban que el grupo de moda actuaría en julio en la ciudad. 20 años no son nada, pero ha cambiado prácticamente todo. La promoción de un concierto como este tenía que jugar con los pocos medios de comunicación especializados que se atrevían con el grunge (Radio 3, fanzines, revistas musicales y el gigante MTV, que sólo era accesible por satélite y en inglés), o con el boca a boca, que hizo mucho. Las entradas, por mucho que cueste recordarlo, se compraban haciendo cola en los dos o tres puntos concretos de la ciudad. Generalmente en la Pirámide Musical, que es donde Julio compró la suya. «Me enteré de que Nirvana venía a Valencia porque lo vi en una parada de autobús en la que siempre pegaban carteles de conciertos y le dije a mi tía, que trabajaba en El Corte Inglés, que me avisara cuando se pusieran a la venta; el mismo día que me avisó fui con dos amigos y las compramos», relata.
Todo el papel se agotó, hasta el punto de llenar prácticamente un recinto en el que caben 8.000 personas. Nirvana ya era por esos días un grupo de masas y se trataba del primer concierto que la banda de Seattle celebraba en España. Un día después tocaba en Madrid, donde le esperaba un Palacio de los Deportes casi a rebosar, y el cierre de mini gira en Bilbao. Volverían en el 94 con la gira de ‘In Utero’, sólo dos meses antes de la muerte de Cobain. En esa ocasión su paso por España se ciñó únicamente a Madrid y a Barcelona.
Nirvana llegó a Valencia un día antes del concierto y las crónicas de la época hablan de cómo el bajista de la banda, Kris Novoselic, y el batería Dave Grohl, actual líder de Foo Fighters, acabaron en un karaoke de la zona de La Alameda cantando canciones de los Beatles junto a varios miembros de la ‘troupe’ que les seguía en la gira europea. Entre ellos, alguno de los escoceses Teenage Fanclub, teloneros de casi todos sus conciertos de ese año en el viejo continente. De Cobain sólo se hablaba para destacar su taciturno comportamiento y el mal aspecto de su mujer, Courtney Love, con un embarazo más que notable y pocas ganas de pasar desapercibida. La promoción, de hecho, quedó en manos de Novoselic y Grohl, y a Cobain se le vio el pelo en el concierto y poco más. Sus compañeros tampoco concedieron muchas entrevistas, aunque se esforzaron en mostrarse como gente normal a la que el éxito le daba un poco igual.

Kurt Cobain, sobre el escenario de Bilbao, sólo dos días después de tocar en Valencia en julio del 92. Foto: Jon Iraundegi.
La noche de Nirvana
El calor no perdonó ese 2 de julio. El centro de la ciudad se llenó de gente desde las 20 horas, cuando se abrieron las puertas del coso valenciano para comenzar con el cartel de la noche. Valencia, sobre todo los aledaños de la calle Xàtiva, poco tenía que ver con lo que se puede recorrer hoy en día. «Recuerdo el ambiente de la vieja Plaza de Toros [años más tarde fue remodelada a fondo], mucho olor a orín en los alrededores, mucha cerveza y un ambiente un poco sórdido», rememora David Giménez, otro de los que acudieron esa noche al reclamo de Nirvana.
Cobain saltó al escenario para ofrecer el concierto que casi todo el mundo esperaba. ‘Nevermind’, su disco tótem, llevaba un año de recorrido y era uno de esos grupos que todo el mundo quería ver. «Había muchísima gente. Nirvana era un fenómeno mundial, aunque no se respiraba en Valencia un ambiente previo que se notara mucho», explica David. La respuesta del público, eso sí, fue la esperada: «había mucha gente pegando botes en el gallinero. Pero era gente muy variopinta, Nirvana era un grupo que estaba a medio camino de todo y juntaba a gente de pelo largo y otros que eran más del rollo Pixies como yo».
Con camisa grunge, aguantando estoico los rigores del calor y con un aire calmado y algo pasota, el líder de Nirvana estuvo poco más de una hora en el escenario desgranando una a una las canciones del segundo disco de la banda. «Recuerdo que me gustó mucho, aunque después todo el mundo decía que había sido un concierto normalito», sitúa un David impactado por los Teenage Fanclub: «no los conocía en ese momento y me sorprendieron bastante. Después los habré visto montones de veces». A Julio, sin embargo, le maravilló Nirvana y disfrutó «como un enano» en el concierto. «La gente a mi alrededor en la grada estaba superentregada. Hasta tenía a mi lado a un chaval que iba con su padre y no paraba de dar botes», recuerda sorprendido.
Ambos, Julio y David, reconocen tener que hacer esfuerzos para recordar la fecha de hace 20 años. Ha pasado mucho tiempo y hoy es ya un concierto más en el recuerdo. «Si te gusta la música, aquello fue para recordar, pero luego he vivido conciertos mucho más especiales, incluso con grupos casi desconocidos y en salas pequeñas», presume David. Lo que sí recuerda es quién le acompañó a ese concierto: «fui con un amigo y la novia que tenía por aquel entonces. El chaval se tuvo que ir porque a la chica no le gustaba y me quedé solo viendo el concierto».
Ahora que hace casi 20 años de todo lo que le sucedió a Nirvana, la primera visita del grupo a España y la única a Valencia sirve para poner en contexto los cambios de la industria en dos décadas. Pasar de adorar el underground para luego convertirlo en juguete roto, y volver a reinventarlo de nuevo años después. Nirvana vivió esos cambios en su piel y Cobain, que ya dio muestras de su halo de fragilidad aquellos dos días en Valencia, acabó pagando la cuenta. Para quienes disfrutaron de aquella noche de jueves, aunque cueste recordarla, siempre quedará el «yo estuve allí» como lema.
Grabación no oficial del concierto de Valencia registrada desde el público.
Comentarios
5 Responses to “El día que fuimos a ver a Nirvana”
espero sea cierto yo ubiera kerido star alli la verdad te envidio a no mas poder mi face http://www.facebook.com/rich10elpeor por si gusta platikar del tema 😉 saludos
Estuve en la grada con mi padre viendo ese concierto, me he quedado de piedra porque puede que sea de mi de quien habla David 🙂 Tenía 13 años y mi padre, que lleva el rock en las venas, nos llevó a un compañero de clase y a mi e ver a Nirvana, la banda que más admirábamos en nuestro último año en EGB. Aún conservo la entrada, con el tiempo se ha convertido en el concierto más mítico en el que he estado.
Gracias y un saludo!
PS: Os dejo nuevo enlace del vídeo de la actuación:
http://youtu.be/AzMA9NSBXwc