Guía para probar fortuna en el extranjero

El elevado nivel de desempleo juvenil y la necesidad de buscarse la vida llevan a muchos jóvenes a optar por buscar trabajo fuera de España. Antes de dar el paso hay que tener en cuenta muchas cuestiones. Y es que buscar trabajo cambia mucho cuando estás lejos de casa. Con…

Guía para probar fortuna en el extranjero

El elevado nivel de desempleo juvenil y la necesidad de buscarse la vida llevan a muchos jóvenes a optar por buscar trabajo fuera de España. Antes de dar el paso hay que tener en cuenta muchas cuestiones. Y es que buscar trabajo cambia mucho cuando estás lejos de casa.

Las elevadas tasas de desempleo juvenil están empujando a muchos jóvenes españoles a hacer la maletas. Foto: Photologue NP.

Las elevadas tasas de desempleo juvenil están empujando a muchos jóvenes españoles a hacer la maletas. Foto: Photologue NP.

Con uno de los índices de paro más elevado del mundo desarrollado, encontrar trabajo en España se ha convertido en casi una quimera. De ahí, que muchos jóvenes españoles y no tan jóvenes decidan probar fortuna en el extranjero en busca de un futuro mejor. La tarea no es fácil. El resto de Europa y el mundo también se resienten de una crisis que parece no tener fin. Sin embargo, la idea de vivir una nueva experiencia y la posibilidad de aprender o mejorar un segundo idioma son alicientes más que suficientes para escapar del bucle maldito en que se ha convertido el mercado laboral español.

Muchos son los consejos para buscarse la vida y suelen variar según el destino elegido. En función del país, la cosa cambia como de la noche al día, ya que no es lo mismo probar fortuna en Estados Unidos o México (uno de los destinos que eligen cada vez más jóvenes españoles), que cualquier país de la Unión Europea, donde la libre circulación de personas ayuda y mucho a buscar trabajo. En este último apartado, el Reino Unido, Irlanda o Alemania (sobre todo para trabajadores cualificados) se llevan la palma.

He aquí algunas ideas a tener en cuenta para aquellos que deciden coger el petate y emigrar en busca de una oportunidad laboral. No son los únicos, pero sí que pueden servir para dar los primeros pasos una vez has bajado del avión.

La hostelería suele ser uno de los destinos más comunes para los trabajadores con menor nivel de idiomas. Foto: Hans van den Berg.

La hostelería suele ser uno de los destinos más comunes para los trabajadores con menor nivel de idiomas. Foto: Hans van den Berg.

Un CV adaptado al destino

Nuestro modelo de currículim vitae español no nos va a servir aunque lo hayamos traducido al idioma correspondiente. Es necesario conocer los modelos de CV del país en cuestión y elaborar el nuestro conforme a esos parámetros. En el Reino Unido, por ejemplo, no se incluye foto y la extensión no debe superar los dos folios. Las empresas y agencias valoran mucho la concisión, por lo que debemos centrarnos en los aspectos más importantes y redactar de manera breve y directa. Existen muchos modelos de CV en Internet que nos pueden ayudar. Para pulir cuestiones gramaticales, siempre es mejor pedir ayuda a alguien de nivel avanzado antes que recurrir a un traductor on line.

Es algo que Dani se encontró nada más llegar a Londres. Una vez llegó a la capital británica «traduje el currículum que tenía, pero en el 99% de los sitios no te lo aceptan. Te suelen dan una ‘aplication form’ para rellenarla y en cada lugar te piden un tipo de información distinta», señala.

Dos CV mejor que uno

No hay que cerrarse puertas al mercado laboral. Aunque tengas un perfil técnico o profesional (arquitecto, ingeniero, diseñador, etcétera) es importante que redactes dos CV diferentes: uno, correspondiente al de tu especialidad y, otro, vinculado al sector servicios. Si has trabajado como camarero o sirviendo copas en algún bar en el pasado, debes reflejarlo en un currículo específico. Probablemente tengas que empezar trabajando en un puesto no cualificado. Pero no desesperes, te servirá para mejorar y perfeccionar el idioma al tiempo que ganas dinero y tratas de encontrar un trabajo más apropiado.

El nivel de idioma marca muchas de las entrevistas o solicitudes. En Alemania, por ejemplo, se suele pedir un nivel intermedio, correspondiente al B1/B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, para poder trabajar en sectores como sanidad, ingeniería, docencia, hostelería o turismo. En el caso del Reino Unido, tal y como recuerdan Dani y Alicia, que probó suerte también en Londres hace unos meses, la entrevista presencial suele servir como carta de presentación del nivel de idioma del que disponemos. Una buena impresión suele servir para abrir o cerrar puertas.

Oficina de un Job Center en el Reino Unido. Foto: John Keogh.

Oficina de un Job Center en el Reino Unido. Foto: John Keogh.

Acudir a la oficina de empleo

Es lo primero que debemos hacer nada más aterrizar. Sin el número de la seguridad no podremos trabajar legalmente. Generalmente la oficina de empleo exige un recibo de luz o agua a tu nombre como comprobante de residencia. Si no tienes una casa propia y estas de ‘prestado’, bastará con aportar la información del lugar donde te encuentres hospedado. Cuanto antes se realice este trámite mucho mejor puesto que la burocracia suele ser lenta en todos los países y suelen tardar una media de 15 días en concederte el número de seguridad social.

Este trámite suele ir obligatoriamente emparejado a la baja en el sistema de empleo español, por lo que no se podría seguir cobrando la prestación. En Alemania, darse de baja del INEM español es obligatorio, algo que no sucede en otros países.

Abrirse una cuenta bancaria

Para muchos inmigrantes ésta suele ser una de las tareas más complicadas, especialmente si todavía no hemos conseguido un puesto de trabajo. Las oficinas bancarias acostumbran a poner muchas trabas a la hora de facilitar una cuenta. Dani lo sufrió de cerca: «tuve suerte porque yo cobraba en mano, pero compañeros míos necesitaban una cuenta bancaria para poder cobrar, pero para abrir una cuenta en el Reino Unido necesitas tener una nómina», con lo que se crea una especie de círculo vicioso difícil de revolver en ocasiones.

Es importante consultar con gente en tu misma tu situación que haya realizado esos trámites previamente para que te asesore, ya que existen bancos más y menos exigentes. Otra vez citando como ejemplo el Reino Unido, la filial del Banco Santander, Abbey, suele ser de las entidades más ‘benevolentes’ en este sentido.

Acercarse por la embajada o consulado y establecerse

En algunas ocasiones las oficinas diplomáticas te pueden dar información sobre asociaciones o grupos que se dedican a asesorar y ayudar a sus nacionales en búsqueda de alojamiento, inserción en el mercado laboral, etcétera. No está de más acercarse y preguntar.

Establecerse en la ciudad ayuda y mucho. Muchos procesos de selección no valoran al candidato si no disponen de una dirección en la ciudad o no disponen de un teléfono móvil de contacto de ese país. Probar a irse unas semanas a una ciudad para llenarla de currrículums y volverse a casa, no suele ser efectivo. Además de que sin dirección postal local no suelen llamar para concertar una entrevista, el coste de volver a tomar un vuelo sólo para tenerla puede ser inabarcable.

‘Patearse’ las calles

Alicia trabajó de ‘au pair’ (niñera interna) durante unos meses. Consiguió el trabajo antes de salir de Valencia a través de una agencia. Es una de las opciones, pero no suele ser la más común, sobre todo porque algunas cobran una comisión por prestar ese servicio. Además, implica riesgos, como que todo no sea tan bonito como parecía. «Mis compañeros y yo encontramos a través de una conocida antes de irnos trabajo en un hotel. Nos daban habitación y hasta una bicicleta para movernos por Londres, pero una semana antes se volvieron atrás y nos dijeron que no», así que «nos tocó ‘patearnos’ las calles», cuenta Dani.

Consultar portales de empleo está muy bien y puede ayudar, pero la mejor manera de empezar a buscar trabajo es buscando casi puerta por puerta. Nos servirá para conocer la ciudad y explorar posibles ofertas. De hecho, debemos optar por ambas vías. Las web de empleos para la búsqueda de un puesto cualificado y la calle como forma de encontrar un primer trabajo que nos saque del atolladero. Muchos bares y restaurantes cuelgan carteles en sus propios establecimientos. Los hoteles disponen de formularios que podemos pedir, rellenar y entregar en la recepción. Sólo queda tener suerte.

Herramientas para buscar en la red


La mejor opción para encontrar trabajo fuera de España es elegir un destino en el mapa y hacer el petate. Sin embargo, hay muchos que no se atreven a partir sin tener algo medianamente asegurado. Para ello, el recurso más sencillo es bucear en la enorme cantidad de webs que están especializadas en este tipo de búsqueda de empleo. Estas son algunas de las que resultan más prácticas:
Eures: se trata del portal oficial de la Unión Europea y, por tanto, está pensada para poner en contacto a empleadores y demandantes dentro del marco de los 27 países miembros. Proporciona «servicios de información, asesoramiento y búsqueda de empleo a trabajadores y empresarios, así como a cualquier ciudadano que desee beneficiarse del principio de la libre circulación de las personas».
Gumtree: una de las que más gente usa para encontrar trabajo en el Reino Unido. Funciona como la típica página de anuncios clasificados, pero la gran cantidad de ofertas que se publican le convierten en uno de los portales más atractivos para el demandante.
Travel Work: con sede en Barcelona, trabajan desde hace 18 años en este mundillo. Entre sus ofertas incluyen prácticas, trabajos y proyectos de voluntariado en todo el mundo. Incluso trabajan en la búsqueda de cuestiones secundarias (pero prioritarias) como el alojamiento. Por algo es una de las más webs famosas.
Caterer: especializada en trabajos en el sector de la hostelería en el marco del Reino Unido. Si ya tienes decidido que ese es tu objetivo, podrás ir a tiro fijo.
Helpx: si quieres trabajar a cambio de alojamiento y comida algunas horas al día esta es tu web. A tu disposición, un listado de granjas, hospedajes, hostales e incluso barcos en los que poder intercambiar trabajo por cama y comida. Una experiencia si estás de paso por algunos destinos europeos, Canadá, Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda.