Tras una jornada de huelga general en la que muchos comercios cerraron sus puertas, existe un colectivo que continua en huelga indefinida hasta que no se regularice su situación. Una deuda de 540 millones de euros tiene la culpa. Las farmacias, y con ellas el sistema de salud valenciano en su conjunto, ven su futuro pendiente de un hilo.
En la Comunitat Valenciana existen 2.400 farmacias repartidas por todo el territorio. Todas ellas entrarían en la definición tradicional de PYME: Dependen de un farmacéutico titular, que es el máximo responsable de la empresa, y cada una suele contar con un personal que ronda los cuatro trabajadores de media pero que, en determinados establecimientos, puede llegar a superar la decena. Un tejido social que afecta a alrededor de diez mil familias sin contar todos los puestos de trabajo indirectos (almacenes, distribuidores, servicios de limpieza, asesorías…).
Hasta hace unos años, ser titular de una oficina de farmacia era para muchos sinónimo de un negocio seguro, bien remunerado y fuertemente regulado por el estado. Un estado que, como en tantos otros sectores, se ha convertido en el principal problema de los farmacéuticos.
¿Cuánto tiempo puede sobrevivir un comercio en el que el principal cliente no paga? Esa es la pregunta que se hacen todos y cada uno de los farmacéuticos tras ver que la Generalitat Valenciana, les adeuda el pago de los medicamentos desde el 15 de mayo de 2012.
¿De dónde sale esa deuda?
Pongamos por caso que cualquiera de nosotros, como ciudadanos adscritos al Régimen General de la Seguridad Social, acudimos a la farmacia con una receta firmada por nuestro médico de cabecera a adquirir un medicamento cuyo precio son diez euros. Lo habitual será que pagaremos por ese medicamento entre un 40 o un 60 por ciento de su precio, dependiendo de nuestro nivel de renta (e incluso menos si somos pensionistas o nos encontramos dentro de los grupos especiales que contempla la ley). Es decir el farmacéutico nos cobrará cuatro euros y los seis restantes los pondrá el Estado (la Generalitat).
Si pensamos en la cantidad de medicamentos que puede dispensar una farmacia al mes y la multiplicamos por cinco, obtenemos unas cifras que hacen inasumible cualquier tipo de viabilidad económica del establecimiento si la Generalitat no cumple los pagos. Según Carles Esteve, farmacéutico en Tavernes Blanques (Valencia) “el total de la deuda (cinco meses y medio), en una farmacia normal, puede ser de unos 200.000 a 300.000 euros. Y es un problema que no afecta sólo a las farmacias, sino también a la distribución y por último a los laboratorios”.
¿Quién paga entonces a los laboratorios?
Sencillamente, los farmacéuticos, pues son el último eslabón de la cadena. El stock de producto de las farmacias suele suponer el coste de los medicamentos de un mes más o menos, pero cuando empezaron los retrasos en los pagos, los farmacéuticos alargaron los aplazamientos de pagos hasta el máximo a la vez que se reducía el stock. Algo que “sólo permite ganar dos o tres meses. El resto, hasta los cinco meses y medio que nos adeudan hoy ha salido del patrimonio de cada uno o de créditos de bancos”, puntualiza Esteve.
El problema, según este farmacéutico, llega a la hora de negociar los pagos: “Las farmacias compramos los medicamentos a las distribuidoras y normalmente tienes un aplazamiento en el pago de estos medicamentos, de hasta 90 días pero siempre a cambio de unos intereses, que han aumentado espectacularmente en los últimos cuatro años.Estos aplazamientos ya no son legales por la ley de morosidad que impide pasar de los 75 días, aunque la realidad es que se encuentran fórmulas para hacerlo y las administraciones públicas no tienen la vergüenza de aplicar esta normativa cuando tienen retrasos en los pagos de incluso años”, lamenta Esteve.
Una vez dispensado el medicamento, a final de mes, se envían todas las recetas para su gestión y la Consellería debería pagar, según el convenio vigente, a los 30 días. Algo que hace cinco meses que no sucede.
Farmacias en quiebra
Según el Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), han comenzado a darse casos de farmacias que se han visto obligadas a cerrar por no poder hacer frente a los gastos y alrededor de 200 de ellas se encuentran ya en concurso de acreedores, como denunció hace unos días la Asociación Provincial de Empresarios Farmacéuticos de Alicante (APEFA).
“Los casos de quienes se han comprado una farmacia hace poco son los más extremos. Hasta hace un tiempo se vendía una farmacia por cerca de 3 veces la facturación anual”, comenta Esteve. “Esto supone unos préstamos bancarios con muchas cifras. Además de los impagos, hay que añadir los recortes sucesivos que ha habido en el margen de las farmacias, que las han hecho bastante menos rentables. Es cierto que desde la dictadura, las farmacias han sido un buen negocio, con unas ganancias envidiables y una enorme seguridad, pero en los últimos años, el margen real que queda del medicamento es de entre el seis y el ocho por ciento. Estas cifras son comparables con las de cualquier PYME, así que el argumento de que los farmacéuticos están forrados está algo desfasado”.
Un problema laboral
El resultado de cara al público es que, en muchos casos no se adelanta ninguna medicación e incluso se dejan de dispensar algunos medicamentos caros porque, a parte de engordar la deuda de la farmacia, suponen pérdidas si tenemos en cuenta el coste que supone financiarlos a seis meses vista. Pero de puertas hacia dentro, la situación no es mucho mejor.
Cecilia Morales trabaja como farmacéutica en Mislata (Valencia) y desde hace tiempo notan los efectos de esta situación. “En mi farmacia somos 12 y hemos llegado a ser 15 en plantilla. Actualmente estamos mi jefe, cinco farmacéuticos adjuntos, cinco técnicos y la señora de la limpieza. Desde el año pasado, que empezaron las pérdidas más en serio, mi jefe que tiene créditos avalados con su propia casa nos propuso hacer una reducción del sueldo de todos para evitar tener que despedir al 20 por cien de la plantilla. A partir de Enero ya no seremos farmacia de 24 horas y sobran farmacéuticos (que somos más costosos), así que la solución para no tirar a nadie ha sido la reducción de jornada y sueldo en función de la antigüedad”.
Más que vendedores de medicamentos
El desmoronamiento del sistema de farmacias implica unas consecuencias que van más allá del acceso a los medicamentos. La farmacia es un centro de información sobre el medicamento y todo lo que tiene que ver con él, y en muchos casos está se sitúa como un primer filtro en patologías menores que no requieren de un diagnóstico especializado (resfriados, diarreas no severas, dolores leves, etc…), una consulta al farmacéutico que, en muchos casos, evita una visita al médico de cabecera y “descongestiona” los centros de salud.
A Morales le sobran ejemplos, “la gente mayor viene a preguntarnos a diario qué tomar, cómo tomarlo, las interacciones que tienen los veinte medicamentos que toman a la vez, a medirse la tensión… También vienen las madres primerizas con mil dudas que no les resuelven en atención primaria porque les ‘largan de la consulta’: Desde como dar de mamar, cuánto, como sacarse la leche, congelarla, cuidados del bebé….Muchas veces se fían más de nosotros que de los médicos porque sienten que estos no les hacen caso, que nos les escuchan. Y por las noches orientación sexual. Si algo he aprendido con tantos años de guardias es la gran falta de educación sexual y lo pronto que empiezan los chavales sin saber muy bien como funciona la cosa”.
br>
¿Parches o soluciones? br> Lo mismo está ocurriendo con la receta electrónica explican estos farmacéuticos, “la mayor parte de los pacientes llegan a la farmacia con un papel que acaban de recibir por primera vez en el centro de salud y dicen: ‘El médico me ha dado esto y me ha dicho que ya me lo explicarían en la farmacia’». Pero sin duda, el caso más grave sería la implantación del Precio Más Bajo (PMB). “Esta norma ha supuesto que no podamos hacer ninguna previsión de compras más allá de un mes (tampoco los almacenes de distribución) y, de cara al paciente, que en muchos casos tengamos que sustituir un medicamento a personas de un mes para otro. El resultado en muchos casos es que dejan de tomarlo porque no lo reconocen cuando se trata de personas mayores polimedicadas”, comenta Esteve. Cuando le preguntamos si existiría una solución al problema lamenta no tenerla, pero una cosa sí tiene clara “de entrada, no creo que la sanidad pública sea insostenible como quieren hacernos creer. Todo es una cuestión de aumentar los ingresos vía impuestos en lugar de dedicarse a regalar otro trozo del pastel a los bolsillos privados que encuentran negocio en esto de la enfermedad”. |
||
Comentarios
1 Responses to “¿Por qué cierran las farmacias?”
LAS DEUDAS DE LAS FARMACIAS SON FICTICIAS COMO TODAS LAS DE LOS AMIGUETES DEL ALMA. QUIEREN SEGUIR EXPRIMIENDO LAS ARCAS PÚBLICAS Y ALGO TENDREMOS QUE HACER CON ESTA PORQUERÍA HUMANA….
EN EL AÑO 2010 EL DÍA 17 DE MARZO , SALIÓ EN LA PRENSA LOCAL ESTA NOTICIA…PERO LA COLABORACIÓN VIENE DE MÁS LEJOS, SÓLO HAY QUE LEER LAS ADJUDICACIONES MILLONARIAS QUE EL PP HA HECHO SIEMPRE A SUS AMIGOS… TODOS LOS AÑOS SE COMPRAN APARATOS SANITARIOS CADA VEZ MÁS SOFISTICADOS (ESCÁNERES, LÁSER, TAC, TEP, RAYOS X…)….PERO LOS CIUDADANOS NUNCA LOS VEMOS CUANDO LOS NECESITAMOS….
“…La Consejería de Sanidad y Novartis forman a los médicos de primaria en diagnóstico de la DMAE con la colaboración del IOBA
Este acuerdo forma parte del Plan anual de Formación Continuada
La Consejería de Sanidad y Novartis forman a los médicos de primaria en diagnóstico de la DMAE con la colaboración del IOBA
El acuerdo entre Novartis y la Junta de Castilla y León es una de las acciones previstas en el Plan de Formación Continuada 2010.
El consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, ha firmado hoy un convenio de colaboración con la empresa farmacéutica Novartis para el desarrollo de un programa de actualización formativa dirigido a los médicos de atención primaria de la región. Esta colaboración entre Novartis y la Consejería de Sanidad corrobora el cumplimiento de uno de los compromisos marcados dentro del Plan anual de Formación Continuada en el que se incluía, como uno de sus objetivos fundamentales, la necesidad de afianzar el trabajo conjunto del Ejecutivo regional y las principales empresas del ámbito farmacéutico y de la tecnología sanitaria, con el fin de favorecer el desarrollo del catálogo de actividades previsto para formar a los profesionales sanitarios de la Comunidad a lo largo de 2010.
Para este fin las empresas biosanitarias y biotecnológicas que confirmaron su participación en este plan anual, desembolsarán un total de 360.000 euros para la organización de actividades formativas dirigidas a los profesionales de la Salud de Castilla y León.
La primera actividad diseñada dentro de este proyecto formativo, actualizará los conocimientos de 200 médicos de AP de Castilla y León gracias a la aplicación de metodología on line tutorizada, en todo momento, por el IOBA. Esta actividad se está desarrollando a lo largo del primer trimestre de 2010 y tiene ya cubiertas las 200 plazas ofertadas y, cuando finalice, se volverá abrir el periodo de inscripción para que los profesionales que no han participado en ella puedan formar parte de las siguientes convocatorias sobre la DMAE que están programadas. En total, Novartis invertirá 52.000 euros en ampliar los conocimientos de los médicos de atención primaria sobre esta enfermedad.
La realización de estudios genéticos sobre las muestras de todos los
niños recién nacidos en Castilla y León, a los que la Junta oferta de manera universal y gratuita el Programa de detección precoz de enfermedades congénitas, es otro de los ámbitos de colaboración entre la Consejería de Sanidad y la Universidad de Valladolid a los que se dedica la subvención ahora aprobada.
Esta actuación se refiere a la detección precoz del hipotiroidismo, la fenilcetonuria, la fibrosis quística y la hiperplasia suprarrenal, para lo que se realiza la llamada “prueba del talón” a los recién nacidos en todos los hospitales del Sistema Regional de Salud,
Por último, la Consejería de Sanidad y el Instituto de Farmacoepidemiología colaboran en el desarrollo de actividades propias del Sistema Español de Farmacovigilancia, ya que esta entidad dependiente de la Universidad de Valladolid es el único centro regional acreditado para este fin, lo que le convierte en referente en Castilla y León.…”