La mirada distinta de los periodistas sin techo

En 1989 invadió las calles de Nueva York ‘Street News’, el primer periódico elaborado por y para personas sin hogar. El boom de los ‘street papers’ llegó a España en los 90 pero algunas malas prácticas los desacreditaron. ‘Desde la calle en movimiento’ vuelve a reivindicar el poder de los…

La mirada distinta de los periodistas sin techo

En 1989 invadió las calles de Nueva York ‘Street News’, el primer periódico elaborado por y para personas sin hogar. El boom de los ‘street papers’ llegó a España en los 90 pero algunas malas prácticas los desacreditaron. ‘Desde la calle en movimiento’ vuelve a reivindicar el poder de los periódicos callejeros contra la exclusión social.

Voluntarios de la revista 'Desde la calle en movimiento' comentan el último número. Foto: RAIS Fundación.

Voluntarios de la revista ‘Desde la calle en movimiento’ comentan el último número. Foto: RAIS Fundación.

“Vivir en la calle sólo lo puede entender quien haya vivido en ella: hambre, frío, soledad, indiferencia, noches de guardias, noches en las que ni siquiera piensas, noches en las que no puedes ni tan siquiera soñar”. Son las palabras de F. J. R., una persona sin hogar que ofrece su testimonio en el último número de ‘Desde la calle en movimiento’, una publicación semestral y gratuita editada por RAIS Fundación que mira las calles de Madrid desde una óptica diferente. La visión de aquellos que lo han perdido todo, que ven la vida pasar desde el asfalto, sin cobijo donde soportar el frío, la lluvia o el desdén de los transeúntes. “Esta revista es una herramienta para el periodismo social, un espacio de expresión y un altavoz de las personas sin hogar hacia el conjunto de la ciudadanía con el objetivo de visibilizar y generar un producto útil, visual e informativo donde estas personas cuentan en primera persona su realidad”, relata José Aniorte, miembro de RAIS y coordinador de la publicación.

‘Desde la calle en movimiento’ es actualmente uno de los pocos ‘street papers’ que fluye por las calles de una ciudad española. El boom de los ‘street papers’ explotó en la década de los 90. Dos años después del lanzamiento de ‘Streets News’ en Nueva York, nació en Londres ‘The Big Issue’, el ‘street newspaper’ más influyente que existe actualmente en el mundo. El primer número se publicó en 1991 con una política editorial basada en la combinación de temas de actualidad elaborados por profesionales y asuntos sociales con menos cabida en los medios. También se convirtió en un canal para que las personas sin hogar compartieran sus experiencias mediante colaboraciones. Además de difundir su punto de vista a ras de calle, la publicación ofrecía a los ‘sin techo’ una vía para salir de su precaria situación. Los vendedores compran el periódico a ‘The Big Issue’ por 30 peniques y lo revenden al público por 70, obteniendo con ello 40 peniques de beneficio.

“Vivir en la calle sólo lo puede entender quien haya vivido en ella: hambre, frío, soledad, indiferencia, noches en las que no puedes ni tan siquiera soñar”, relata F. J. R. a ‘Desde la calle en movimiento’

El éxito de esta publicación británica impulsó el desarrollo de otros ‘streets papers’ a lo largo y ancho del mundo, lo que llevó a ‘The Big Issue’ a promover y gestionar los primeros pasos de la Red Internacional de Periódicos Callejeros (INSP, en sus siglas en inglés) en 1994. Esta entidad, que agrupa a 120 periódicos de calle de 40 países diferentes y cuenta con más de seis millones de lectores, les proporciona un servicio de asesoría y promueve el lanzamiento de nuevas publicaciones. Todos los miembros siguen una filosofía similar a la implantada por ‘The Big Issue’ ya en sus orígenes: servir de ayuda a las personas sin hogar pero sin darles una limosna, sino una oportunidad para reconducir sus vidas y emanciparse gracias a su propio esfuerzo.

Un vendedor de 'The Big Issue' en Sydney (Australia). Foto: Sacha Fernández.

Un vendedor de ‘The Big Issue’ en Sydney (Australia). Foto: Sacha Fernández.

‘Desde la calle en movimiento’ comenzó su andadura en 2012 y su filosofía difiere de los clásicos ‘street papers’. La revista es gratuita y la tirada de 1.500 ejemplares se distribuye cada seis meses en asociaciones y comercios de los distintos vecindarios madrileños. “Los participantes no reciben ningún dinero, ya que el objetivo no es económico”, señala José Aniorte. “El objetivo es fomentar la activación y motivación de la persona en exclusión, que salgan a relucir de nuevo las capacidades y potencialidades que lleva dentro. La revista es una herramienta capaz de generar de nuevo confianza en las personas que se encuentran en una situación de exclusión social, les hace soñar y verse capaces de ser reporteros, redactores, fotógrafos. En definitiva, ser útiles para sí mismos y para los demás. Para salir de la calle lo fundamental es recuperar la motivación vital, y sentirse capaz de poder hacerlo, eso es lo que quiere aportar la revista a sus participantes”.

“Me sorprende el empeño que ponen los participantes en visibilizar las situaciones de exclusión, aportan mucha dignidad en cada reportaje”, subraya José Aniorte

Pero la revista tiene un componente escondido. Los periodistas sin techo abordan la exclusión desde una perspectiva distinta. Desde dentro. Como altavoz de sus inquietudes. Sin filtros institucionales. Alejados de la ambigüedad de las estadísticas, son capaces de atinar en las descripciones sobre el drama de la exclusión mejor que cualquier periodista profesional porque preguntan sin prejuicios. Formulan a pecho descubierto. “Lo ideal no es que los recursos destinados a los colectivos contra la exclusión social provengan de la caridad, sino del pago de los impuestos”, dice Vicente del Bosque en el último número de la revista. Un gran titular si tenemos en cuenta lo difícil que resulta que el seleccionador nacional tome partido en asuntos políticos.

José Aniorte asegura que le sorprende de los corresponsales de la revista “las ganas y el empeño que ponen en visibilizar las situaciones de exclusión, destacan las potencialidades de las personas que la sufren y aportan mucha dignidad en cada reportaje. También llama la atención su mirada estratégica, entrevistando a entidades o personas claves para los proyectos de los que son usuarios, como presidentes de asociaciones de vecinos, concejales o alcaldes”.

El «fraude» de ‘La Farola’

Son incontables los beneficios que reportan los ‘street papers’ a las personas en riesgo de exclusión social, ya sea en la vertiente social de la revista española o en la también económica de los miembros de la INSP. Una realidad cada vez menos latente gracias a los desvaríos de una crisis económica demasiado larga. ¿Por qué, entonces, ‘Desde la calle en movimiento’ es de los pocos ‘street papers’ editados en España? Aniorte atribuye este hecho a las malas prácticas de la revista social ‘La Farola’, que encabezó el fenómeno de los ‘street papers’ en España en los años 90. Su fundador, George Mathis, fue acusado de lucrarse. ‘La Farola’ sigue asociándose a estafa y a organizaciones que explotan la mendicidad.

“’La Farola’ no desarrolló ningún proyecto social con las personas que participaban y supuso un fuerte descrédito para todo este tipo de publicaciones”, explica Aniorte

“El fraude de esta publicación, que no desarrolló ningún proyecto social con las personas que participaban, supuso un fuerte descrédito para todo este tipo de publicaciones. La ciudadanía lo consideró otra forma de mendicidad”. El desprestigio de ‘La Farola’ afectó a todas las publicaciones posteriores, incluida una publicación de RAIS Fundación nacida en 1988 con el nombre de ‘También Contamos’ (posteriormente llamada ‘Milhistorias’). La vendían personas sin hogar en ciudades como Madrid, Valencia y Bilbao. “Tuvo que suspenderse por no recibir el suficiente apoyo ciudadano”, lamenta el coordinador de ‘Desde la calle en movimiento’.

No obstante, José Aniorte es optimista en relación al futuro de ‘Desde la calle en movimiento’ pese a las dificultades para financiar una iniciativa de este tipo. “Actualmente estamos buscando financiación privada a través de empresas o particulares, amigos de la revista. Estoy seguro de que encontraremos apoyos suficientes porque, cuando conoces a los participantes, la revista seduce y enamora. Es emocionante ver cómo creen en el proyecto, y cómo hablan de la revista, orgullosos”. El objetivo lo tiene claro el coordinador: desarrollar “una iniciativa de referencia en la prensa social española”.