Educar en valores a través de superhéroes de cómic, enseñar matemáticas al mismo tiempo que se descifran enigmas cinematográficos, o utilizar la música como contexto para conseguir la concentración, son métodos pedagógicos revolucionarios capaces de integrar a alumnos con los que el sistema educativo fracasa. No es Finlandia, hablamos de una clase de PQPI de un instituto público de Manises.

Los alumnos y alumnas del PQPI del IES José Rodrigo Botet de Manises han respondido de forma muy positiva a los métodos revolucionarios impulsados por el equipo docente. Foto: Jesús Sáez.
Los PQPI (Programes de Qualificació Professional Inicial) se implantan a través de una normativa autonómica aprobada en mayo de 2008. Su objetivo es intentar que alumnos que no han tenido los resultados exigidos para alcanzar la titulación encuentren otra vía para lograr el graduado escolar, y la preparación para optar a un ciclo formativo. Están conformados en dos cursos, no pertenecen a la educación obligatoria y es cada centro el encargado de seleccionar qué alumnos deben acceder.
El primer día que Jesús Sáez entró en su aula de primero de PQPI de informática del IES José Rodrigo Botet de Manises, ya sabía que es el sistema el que falla y no los alumnos. Repetir el método una y otra vez como solución al fracaso escolar no sirve de nada. Como dijo en su día Sigmund Freud, “si siempre haces lo mismo, sólo obtendrás lo que ya tienes. Si deseas algo nuevo, haz algo diferente». Y eso hizo él con sus alumnos.
Con la unión de varias tendencias de innovación pedagógica, la informática como herramienta y el cine como medio, Jesús decidió poner en práctica un nuevo método: “había leído mucho sobre pedagogía relacional, es decir, priorizar la importancia de las relaciones personales dentro del aula como motivación. Trabajas con el objetivo de completar emocionalmente a personas. Se trata de una formación integral, que parte de lo que cada persona es, y no de lo que debería ser”. Al proyecto se unieron pronto la profesora del área científico-técnica y directora del centro, Cristina García, y la encargada del área socio-lingüística, Charo Cantó.
Repetir el método una y otra vez como solución al fracaso escolar no sirve de nada
El funcionamiento tiene como punto de partida el visionado una película. A partir de los personajes, el argumento o los elementos técnicos se empieza a trabajar en las diferentes asignaturas y, sobre todo, en valores. Además los alumnos crean un blog en el que opinan y explican las sensaciones que les genera cada historia. Los comentarios en los blogs de otros compañeros y la utilización de las redes sociales hacen que el debate supere los límites físicos del aula y alcance una nueva dimensión.
Para Jesús la experiencia aporta resultados sorprendentes y satisfactorios. “Intento no poner películas muy manidas, buscamos cosas que no hayan visto. El año pasado la película que mejores críticas obtuvo fue ‘La carretera’, una película durísima, que tiene un desarrollo muy lento, y muy triste”.
Cómo trabajar valores a través del cine es fácil de entender, pero hay otras asignaturas con las que, a priori, parece más complicado. Sin embargo cada ejemplo nos ayuda a entender el funcionamiento. ‘Cube’, un film canadiense que cuenta la historia de seis personajes encerrados en un cubo cuya una opción para salir es resolver un enigma matemático, fue muy útil para tratar el área de ciencias. «Vimos ‘Invictus’ para explicar quién es Nelson Mandela, y ‘This is England’ para hablar de las relaciones de poder y la historia recientemente”, recuerda Jesús.
Un paso más
Para Cristina García, la directora del centro, la experiencia fue, y es, una aventura: “como miembro del equipo directivo el proyecto me pareció fantástico, este tipo de iniciativas siempre son bienvenidas, pero además soy profesora de ese grupo y, como docente, me fascinó. Motivar al alumno a través de la emoción, acompañarlos en este proceso, aprendiendo y desaprendiendo cosas de ellos, es muy gratificante”.
Con la experiencia del pasado curso escolar y un equipo involucrado decidieron explotar nuevos campos. La música les sirve como medio, es más fácil conseguir que haya un clima de tranquilidad y silencio cuando tienen que trabajar si están escuchando algo que les gusta. Pero quedaba el gran reto, la lectura. Motivar a los alumnos para que lean es difícil, pero ¿Y si en vez de recomendar lecturas de autores anacrónicos, densas y ajenas, utilizamos cómics? Pues funciona.
«Motivar al alumno a través de la emoción, acompañarles en este proceso aprendiendo y desaprendiendo, es muy gratificante», señala Cristina García, directora del centro
“Con los comics les hemos dado libertad, proponemos títulos y ellos seleccionan. Hemos utilizado desde ‘La gran zanja de Astérix’ para hablar sobre realidades políticas, lealtad o traición, a cómics de Marvel u otros clásicos como Mafalda, Paracuellos o Bermudillo», cuenta Jesús, y añade: “que un alumno lea un cómic por primera vez en tu clase y diga que le ha gustado es una gran recompensa personal”.
Muchos profesionales de escuelas e institutos públicos han empezado a aceptar como buenas las nuevas tendencias pedagógicas que condenan un sistema educativo que evalúa y exige lo mismo a personas diferentes, sin tener en cuenta quiónes son, sino quiénes deberían ser. En el IES Jose Rodrigo Botet siguen trabajando con los alumnos cuando el sistema ha fracasado.
Comentarios
3 Responses to “Cine, música, cómics y nuevas tecnologías para educar en valores”
Como uno de los alumnos de esta clase, debo comentar que me parece muy bueno el artículo, y tiene razón, hemos pasado en un solo curso lo que nunca pasamos durante los anteriores.La diversión, una comunicación directa con el profesor, el modo en el que una película supo hacer que cambiásemos nuestros modos de actuar fueron unas de las muchas claves que lograron que nos sintiésemos seguros en el sitio en el que estábamos, PCPI.
Como alumno felicito la manera de actuar y de hacernos conocer cosas totalmente desconocidas para nosotros al profesorado, sabemos, y esto lo digo representando a mis compañeros,que no fue algo tan fácil como se pinta, gracias, y esperamos que este segundo año sea tan eficaz o mas que el primero, por mi parte solo puedo decir «Fue nuestro verdadero comienzo, aunque yo nuca dije que aquel sería nuestro final, nos veremos en la cima»
Buen artículo, Beatriz, y estoy absolutamente de acuerdo con el mensaje: el cine es una grandísima herramienta para educar. Es una pena que no se utilice todavía más en las escuelas. Que sirva el buen ejemplo del Instituto de Manises.