¿El origen de dicha iniciativa? La toma de conciencia. Tal y como explican desde el colectivo, «las cosas han degenerado porque nosotros como ciudadanos y consumidores nos hemos desentendido del tema». Por lo que es hora de tomar parte activa. Y, ante todo, responsable. «Los grandes medios hegemónicos están perdiendo peso y sobre todo credibilidad. Los nuevos medios que se están creando incorporan cada vez más las aportaciones de usuarios y se rompe la barrera entre productores y consumidor».
Como muestra están los datos del nivel de confianza ciudadano en las empresas eléctricas o bancarias, en caída libre durante los últimos cuatro años. O la subida abusiva de precios de algunos de estos servicios. Además de los recientes escándalos que han salpicado no solo a la banca, sino a grandes proveedores de alimentación o ropa.
«Cuando uno no consume como piensa, acaba pensando como consume», señalan los responsables de ‘mecambio.net’
Como alternativa al sistema oficial de consumo, basado en muchos casos en la explotación, la especulación y la contaminación, ‘mecambio.net’ plantea un modelo de relación diferente, basado en la ética, la responsabilidad, la ecología y el cooperativismo. «La manera de consumir refleja el modelo de sociedad que uno quiere», destaca el colectivo. «Cuando uno no consume como piensa, acaba pensando como consume».
Un cambio sencillo y gratificante
Se podría dedicar un reportaje a cada uno de los apartados que incluye ‘mecambio.net’. Y esto es así porque aglutina proyectos tan diferentes como la banca ética, las monedas sociales, el software libre, las cooperativas energéticas, las licencias creative commons, o los huertos urbanos.
Su origen se remonta al de otros movimientos sociales de participación pública como el 15M, o al activismo ‘hacker’, del que provienen algunos de sus fundadores. En este sentido, sus responsables destacan la filosofía de la plataforma, que combina el deseo de cambio con una vocación práctica. Algo a lo que se han mantenido fieles en su poco menos de un año de andadura. Desde su concepción en junio de 2012, a su lanzamiento en diciembre de ese mismo año, o a la definitiva consolidación de la web en 2013 por medio de alianzas como la realizada con el portal de economía solidaria REAS Euskadi. A día de hoy, la página ha tenido 200.000 visitantes únicos, y 800.000 páginas vistas.
La página solo incluye alternativas reales, no empresas con condiciones de venta mejores, de ahí que por ahora queden fuera algunos campos como las telecomunicaciones
Su contenido se divide en dos grandes bloques: uno dedicado a los proveedores fijos como banca, energía o conectividad; y otro a proveedores puntuales como alimentación, vivienda, salud, ropa, cultura o muebles, donde se hace hincapié en las alternativas locales. En estos apartados se ofrecen enlaces a todo clase de contenido, desde guías de consumo a mapas estatales de diversos proyectos, enlaces a empresas o cooperativas de dicho sector, o consejos prácticos. Además, la página incorpora un apartado donde cualquier usuario puede mandar sus sugerencias. De ahí que ‘mecambio.net’ tenga previsto incluir en breve nuevos apartados como movilidad y educación. Además de mejorar la página de cultura, o actualizar otras como energía y conectividad. La condición es que constituya una alternativa real al mercado establecido. Por lo que todavía no se incluyen algunas muy demandadas, como el de operadoras de telecomunicaciones, en la que sólo existen compañías con condiciones de venta un poco mejores.
Y una vez conocidas las alternativas, ¿cuesta mucho el cambio? Desde la página señalan más bien lo contrario. No hay mucho papeleo y el proceso es «muy gratificante». En este sentido, si uno elige pasarse a cooperativas locales de su propio territorio, se puede participar de parte activa, «en función de sus propios intereses y disponibilidades».
Por lo que respecta al coste del servicio, hay que distinguir entre los diferentes campos. En cooperativas y bancos, los precios son parecidos a la media. Mientras que otros servicios son completamente gratuitos, como el del software libre. Y en la comida biológica, la calidad de los servicios los hace más rentables. Además, tal y como destacan, los precios no siempre son los mejores indicadores del coste real de estos productos. «Sabemos ahora que lo barato a nivel individual puede costarle muy caro a la sociedad, y en consecuencia al individuo». De ahí que recomienden visitar también la web knowcosters.org, que revela los costes ocultos de los productos supuestamente baratos.
Alternativas de consumo
|
||
Comentarios