Series como ‘Juego de Tronos’ o ‘The Walking Dead’ están revalorizando el género fantástico del siglo XXI. Lo que antes se calificaba “de frikis” se ha convertido ahora en todo un fenómeno de masas. Pero, ¿es esto tan solo una consecuencia de la moda o tiene una explicación detrás?

Tyrion Lannister es uno de los personajes más reconocidos de ‘Juego de Tronos’.
“Si dejas que se den cuenta de que sus palabras te hacen daño, jamás te librarás de las burlas. Si te ponen un mote, recógelo y transfórmalo en tu nombre”. Son palabras de Tyrion Lannister, uno de los personajes más reconocidos del universo de ‘Juego de Tronos’. George R.R. Martin (Nueva Jersey, 1948), autor de este éxito literario y televisivo, amenazó hace poco tiempo con destruir a éste junto a todos sus personajes si sus fans no dejaban de presionarle: son las consecuencias de haber creado un fenómeno de masas.
Los escandalizados seguidores se cuentan por millones, y van en ascenso. El primer capítulo de la cuarta temporada, ‘Two Swords’, fue visto por una media de 6,6 millones de espectadores el domingo de su estreno. Superó, así, el récord de la serie que estaba en 5,5 millones, un dato que supone la audiencia más grande para la HBO desde el final de ‘Los Soprano’. ¿Normal? No exactamente. ‘Juego de Tronos’ es una serie de fantasía épica, un género con escaso éxito entre la población más adulta.
Personajes seductoramente humanos

Tyrion Lanister en una secuencia de ‘Juego de Tronos’.
Reyes, espadas, cuervos y dragones se dan cita en este universo. También lo hacen el sexo, la traición, los vicios, la familia o el contrabando de información. ‘Juego de Tronos’ es, ante todo, una serie con un importante componente realista. Sus personajes se alejan de los modelos arquetípicos definidos por Joseph Campbell: el héroe, el guerrero, el sabio… Son personajes humanamente complejos. Ejemplo de ello es el que se ha convertido en el enano más famoso de la literatura fantástica, Tyrion Lannister.
“Es un personaje extraordinario, siempre he pensando que todo ‘Juego de Tronos’ se sostiene en torno a él”, apunta Guillermo Altares, jefe de Internacional de ‘El País’ y coescritor de ‘Juego de Tronos, un libro afilado como el acero valyrio’. Tyrion Lannister es un borracho y hedonista, aficionado a la buena vida y las mujeres. Pero también demuestra una sorprendente compasión y valentía por aquellos que se encuentran en una posición desfavorecida. Clasificarle como un personaje ‘bueno’ o ‘malo’ no sería del todo ético.
La moralidad también está presente en otras series como ‘The Walking Dead’. Tras cerrar su cuarta temporada con 15,7 millones de espectadores, el drama zombi del canal ‘AMC’ confirmó su efecto arrasador. El argumento no es precisamente innovador: un grupo de personajes de lo más variopinto se ven obligados a sobrevivir en un mundo post-apocalítpico plagado de zombis sin más objetivo que sobrevivir. El propio creador de la novela gráfica del mismo nombre, Robert Kirkman (Kentucky, 1978), ha reconocido las influencias de más de cien años de tradición de cómics de terror y películas como ‘La noche de los muertos vivientes’ (1968) de George A. Romero. Sin embargo, también ha señalado que son los personajes y sus relaciones los que acaparan la atención central de esta crítica a la sociedad.

‘The Walking Dead’ supone un ensayo sobre el destino de la humanidad terroríficamente adictivo.
La migración de la ciudad al campo es sólo uno de los aspectos que conduce a estos personajes a volver a sus raíces más primitivas. Alejados de la civilización, ‘The Walking Dead’ supone un ensayo sobre el destino de la humanidad terroríficamente adictivo. “A través de la pantalla nos reafirmamos en aquello que hemos dejado atrás”, dice Jorge Fernández Gonzalo, coescritor del libro ‘The Walking Dead, apocalipsis zombi ya‘. “Hemos perdido el contacto, la intimidad; nos sentimos aislados de la sociedad, víctimas de sus mecanismos de control y vigilancia”, añade.
Cada uno de los personajes puede morir en cualquier momento, y esto dota de un nuevo realismo al genero fantástico
El desamparo y la fugacidad del tiempo se plasman de manera determinante tanto en ‘The Walking Dead’ como ‘Juego de Tronos’. El ejemplo más claro de ello apunta de nuevo a los personajes. Cualquiera de ellos, en cualquier instante, puede morir. Este hecho transforma el ‘status quo’ reorientando las líneas argumentales y dota de un nuevo realismo al género fantástico. Personajes más reales y situaciones más serias y adultas obligan a plantearse una pregunta: ¿Es este el motivo de qué lo fantástico esté de moda?
La clave es la hibridación
“Una de las razones estriba en que cubre una necesidad que se ha acentuado en los últimos tiempos: la evasión”, opina Álex Vidal de Ediciones Gigamesh. “Estamos en el futuro que imaginaron Huxley, Orwell, Wells; casi llegamos al de Dick, Gibson y Ballard, y eso no nos gusta” corrobora Antonio Torrubia, trabajador de la librería Gigamesh.

Los personajes de ‘The Walking Dead’ viven continuamente amenazados y eso les hace más reales.
‘Juego de Tronos’ también reúne una de las fórmulas de éxito que tienen ahora las series televisivas: la hibridación. Inspirada en la Guerra de las Rosas (1455-1485) que supuso el enfrentamiento entre la casa de los Lancaster y los York por el trono de Inglaterra, también recoge retazos históricos más antiguos, como la creación del Muro de Adriano (122-132) para separar el territorio britano sometido de las belicosas tribus de los pictos del norte.
Las rencillas políticas también se entrelazan en este modelo hacia el que van encaminadas las series de televisión. El propio Robert Baratheon es identificable con la figura del monarca británico Enrique VIII por su falta de carisma y voluntad. A ello, además, hay que sumar los elementos típicos de un buen culebrón: la venganza, la conspiración o incluso el incesto.
La hibridación funciona: ‘Juego de Tronos’ se ha inspirado en hechos históricos reales para crear un mundo de fantasía
Esta hibridación funciona gracias al formato televisivo. El carácter serial que ofrece la televisión ha permitido desarrollar mejor las historias y la construcción de los personajes. También lo ha hecho Internet: ‘Juego de Tronos’ se ha convertido en una de las series más descargadas de la historia. “Además, son importantes las redes sociales y la forma en que los fanáticos de lo fantástico se relacionan”, agrega Altares.
Si se considera friki a un fanático de lo fantástico, la comunidad se ha ensanchado gracias a fenómenos como ‘Juego de Tronos’ o ‘The Walking Dead’. Lo fantástico está de moda, y las herramientas de las que disponemos en la actualidad respaldan su difusión y su llegada un público cada vez más amplio. Entre esa amplia amalgama de gente que sigue las aventuras de los personajes de los Siete Reinos o el drama zombi, es difícil distinguir quién es el friki. Quizá alguno diría que ahora se acerca el invierno. Y otro que, si te ponen un mote, lo mejor es recogerlo y transformarlo en tu nombre.
Comentarios
2 Responses to “Lo fantástico se vuelve ‘mainstream’”
Yo creo que lo que funciona en estos dos seriones es que ningún personaje está a salvo de morir. Eso hace que los vínculos que se crean entre el espectador y cada personaje sean diferentes, y todos tengamos nuestro favorito, el que más odiamos, el que nos inspira lástima, el que queremos ver vengarse… Ahora, a mí como me toquen a mi Margaery Tyrell… como decía aquella… ¡yo por mi Margaery mato! ¡MA-TO!
La clave está en lo que se dice arriba de que no se pueden calificar ni en malos ni en buenos. Hablo de Juego de tronos. Todos tienen sus motivos, y los personajes están muy bien construidos. No son planos, y la forma en la que está llevada la serie y escritos los libros, haces que entiendas qué se le pasa por la cabeza a cada uno, y sus motivaciones. Por otro lado, es una rama inmensa, que abarca muchas cosas, y sabes que no son historias con un principio y final claro. Todo lo que pasa siempre tiene relevancia, y se va arrastrando. Lo de que puedan morir es un plus, pero eso solo le da más realismo y originalidad. No es lo normal que en un producto de USA se mate al protagonista tan pronto, por ejemplo. Sin haber visto TWD, creo que es diferente. En las películas de zombies, la gente va muriendo, la serie aunque sea una serie, tiene que acabar siguiendo ese esquema. GoT lo veo más original.
La verdad es que TWD tengo cero ganas de verla. Y me da pereza que de repente todos sean mega fans de los zombies cuando no saben ni quién es Romero y no se habían visto nada del género de verdad nunca.