Se aprovechan de la alta tasa de paro y la necesidad de muchos jóvenes. Las falsas entrevistas ofreciendo trabajos no retribuidos o intentando estafar al demandante de empleo llevan años campando a sus anchas sin que se les ponga coto. Aparecen y desaparecen del mapa casi de forma cíclica
Son jóvenes emigrantes de entre 23 y 28 años, saben idiomas y han dejado atrás su país buscando entrar en el mercado laboral. Ni les gusta que les encasillen, ni forman parte de una generación perdida