Cuando París apaga sus luces
No pudo desprenderse del leve brillo de las farolas, de la niebla en los callejones ni de aquel beso a hurtadillas. Así que decidió congelar aquellos instantes para siempre. Brassaï siempre regresa porque París nunca acaba. Esta vez él, a través de sus fotografías, se hospedará en el Hôtel de…