Guía para otro Alicante

En plena eclosión de medios digitales, nace ‘treintaycuatro’, una revista en papel y gratuita, con vocación de guía, que nos lleva por un Alicante «diferente», alejado de típicos tópicos. La publicación destila talento, el de los muchos creadores y emprendedores que pueblan sus páginas. Y esta tierra. «Desarrolla tu legítima…

Guía para otro Alicante

En plena eclosión de medios digitales, nace ‘treintaycuatro’, una revista en papel y gratuita, con vocación de guía, que nos lleva por un Alicante «diferente», alejado de típicos tópicos. La publicación destila talento, el de los muchos creadores y emprendedores que pueblan sus páginas. Y esta tierra.

Cada tres meses 'treintaycuatro' nos pasea "gratis" por un Alicante singular. Foto: Chelo Berná.

Cada tres meses ‘treintaycuatro’ nos pasea «gratis» por un Alicante singular. Foto: Chelo Berná.

«Desarrolla tu legítima rareza», una sentencia del poeta francés René Char, además de toda una declaración de intenciones, es el punto de partida que explica un proyecto como ‘treintaycuatro’ (así está registrado el nombre de la revista, en minúsculas y todo junto). Eso hizo su creadora, Ana Alarcón, que dio rienda suelta a su pasión por las revistas y decidió hacerlo en su terreno, Alicante, a pesar de que su trayectoria vital le había llevado por Madrid y Barcelona, capitales que en principio parecen más atractivas para lanzar una revista cultural. El tiempo ha demostrado que materia prima en la provincia hay de sobra. «Estamos con los ojos muy abiertos porque uno de los objetivos es poner la mirada en cosas que ya conocemos pero que podemos redescubrir o ver de otra manera. Por ejemplo, si hablamos de un libro, nunca hablamos de novedades editoriales, o sí, pero lo que nos interesa es la historia de cómo vivió alguien ese libro, no la crítica literaria del mismo».

Cada ejemplar viene lleno de vivencias, bien de gente anónima, bien de personajes alicantinos con una brillante trayectoria profesional, o de profesionales de fuera que lo han hecho aquí. Así, en un mismo ejemplar, presentan los nuevos proyectos y los vínculos de Vicent Todolí, el exdirector de la Tate Modern, con la Vall de Gallinera, al tiempo que se recrean en otro tipo de arte bien diferente, el de la alfarería de Agost. También rescatan para nuestros ojos hitos arquitectónicos que nos pueden pasar desapercibimos en medio de un mapa castigado por un urbanismo feroz.

Vanguardia y tradición se dan la mano. «Para entendernos a nosotros mismos tenemos que mirar siempre a nuestras raíces, de dónde venimos. Parece que está de moda (…) pero es donde está la esencia de todo. Es auténtico». Y eso, mientras nos ponen al día de cómo se mueven los creadores actuales en campos como la arquitectura, el diseño, la fotografía, el arte, la empresa o el turismo. Algunos de los nombres propios que la acompañan contribuyen a que la revista no pase desapercibida. Entre sus colaboradores, encontramos, entre muchos otros, a la fotógrafa Cristina de Middel, el sumiller David Rabasa, los arquitectos Pablo García Mora y Ana Gilsanz o el artista urbano Rosh.

De publicación trimestral, se distribuye en puntos escogidos de la provincia (Fnac, Las Manolitas, Hotel La Serena…) aunque, como el objetivo era serle útil a alguien de fuera, también tiene algún punto de distribución en Madrid y Lisboa. Si alguien la pesca, podrá recorrer y vivir un Alicante que va más allá de playas y palmeras. Es el que es, pero parece otro.

Parte del equipo de la revista, en la presentación de un nuevo ejemplar. La fiesta se convierte en una cita cultural que llega con cada nueva estación. Foto: Fernando Parreño.

Parte del equipo de la revista, en la presentación de un nuevo ejemplar. La fiesta se convierte en una cita cultural que llega con cada nueva estación. Foto: Fernando Parreño.

La odisea de crear un revista

Justo ahora que ‘treintaycuatro’ lleva un año de recorrido, su directora, Ana Alarcón, ha sido invitada a compartir su experiencia en el espacio Camon Las Cigarreras. Con la que está cayendo es dífícil ver crecer nuevos proyectos, así que su caso puede resultar ilustrativo.

‘Treintaycuatro’ es un proyecto muy personal de su creadora. Nace de su afición por las revistas, por el diseño, de su amor a los libros. El cóctel puede pecar de romántico, pero solo vio la luz al abrir los ojos a la realidad de un plan financiero. Era el proyecto de fin de un máster en gestión cultural. Se hicieron los números y resultó posible. Pero seamos realistas, ha nacido gracias a unos ahorros, en sus propias palabras: «el mundo autónomo es una mentira, las ayudas son a posteriori, por muy emprendedor que seas, la primera inversión la haces tú».

Lo más importante es conseguir publicidad, anunciantes, patrocinadores. La directora hace de comercial, quería ser ella personalmente quien contara a los anunciantes dónde iban a invertir. Lo primordial: que entiendan que ‘treintaycuatro’ tiene una línea editorial, en la cual no encajan los publirreportajes, aunque «no somos tontos, se pueden generar sinergias, se puede hacer una puesta en común pero siempre que algo merezca la pena ser contado». Como en todo, primero se tira de conocidos, luego se suman nuevas inversiones y, hasta que el producto no está rodado, no llega la publicidad institucional. Actualmente, los ingresos por publicidad le dan para la impresión, que se lleva el grueso del presupuesto, y para un sueldo, el del maquetador, Carlos Valero, que desde el principio tuvo fe en el proyecto. Muchos de los contenidos los aportan los colaboradores, fotógrafos, periodistas, arquitectos y diferentes profesionales que conocen y bucean por sus mundillos para contarnos trayectorias o proyectos que consideran merecen ser conocidos. «El objetivo es llegar a pagar a los colaboradores, desde fotografías a textos, de la manera más honesta posible».

Gastronomía, arte, oficios, arquitectura, libros o diseño forman parte del universo alicantino de 'treintaycuatro'. Foto: David Carbonell.

Gastronomía, arte, oficios, arquitectura, libros o diseño forman parte del universo alicantino de ‘treintaycuatro’. Foto: David Carbonell.

Nunca se planteó cobrar por la revista, ‘treintaycuatro’ fue concebida así, gratis y en papel, lo que provocó algo de debate en su génesis. Hubo diferentes posturas, desde la del colaborador que no participa porque es gratis y eso le hace atribuirle cierta «falta de calidad o de credibilidad», a la del cliente-anunciante que nunca hubiera participado si hubiera sido de pago. El tema del papel no quedó exento de discusión. Encarece el proyecto, pero la idea era conseguir ser «lo más parecido a un libro, tanto en forma como en contenido. Es muy inmediato, algo vinculado al tacto y que además genera algo de fetichismo pensando en qué otra personas lo habrán tocado…». Aún así, la revista se ha visto reforzada con la edición digital. Internet y las redes sociales crearon muchas expectativas antes de su lanzamiento, hasta el punto de hacer posible el «milagro». Han generado vínculos y atraído colaboradores.

Por lo que respecta a la distribución, empezó siendo tarea personal de su promotora. Alarcón llevó las revistas personalmente a los diferentes puntos donde encontrarla. Hoy no cuenta con una empresa distribuidora, se hace a través de mensajería.

En total costó más de dos años, uno entero de pruebas y maquetas, y una dedicación de casi 24 horas, sacar la revista. Ahora el equipo piensa en el futuro, en financiar el costoso acceso a través de Ipad y poner en marcha una tienda ‘on line’ para responder a la demanda de muchos lectores que quieren comprar la obra de diferentes artistas que publican en cada número.