Crea localmente, vende en todo el mundo

Las plataformas de venta online de artículos hechos a mano y de coleccionismo ‘vintage’ han crecido en los últimos años, de la mano del próspero comercio electrónico. Los artesanos pueden crear localmente y en un instante vender a nivel mundial. Buenas fotos, poca inversión y creatividad. Una tienda en la…

Crea localmente, vende en todo el mundo

Las plataformas de venta online de artículos hechos a mano y de coleccionismo ‘vintage’ han crecido en los últimos años, de la mano del próspero comercio electrónico. Los artesanos pueden crear localmente y en un instante vender a nivel mundial. Buenas fotos, poca inversión y creatividad. Una tienda en la red, sin salir de casa ni horarios de apertura.

Las plataformas de venta online para artesanos permiten a cualquiera con un poco de destreza y tiempo vender sus productos en todo el mundo.

Las plataformas de venta online para artesanos permiten a cualquiera con un poco de destreza y tiempo vender sus productos en todo el mundo.

«Cualquier marca, tenga o no una tienda física, tiene que estar en la red. Estas plataformas son una forma sencilla de estar presente, y más si no tienes página web con la que llegar a gente de todo el mundo». Así de claro tiene Carmen Puche la importancia que tienen las webs de venta online para las pequeñas empresas. Ella y su hermana crearon, hace unos meses, Manitas de Plata, una firma nacida en Valencia y cuya actividad principal es la creación de bisutería.

Desde el principio apostaron sobre seguro. Había que estar en la red para darse a conocer y el mejor escaparate era Etsy, una de las muchas plataformas web que hacen de intermediarias en la venta de artesanía. «Nos dejamos aconsejar y nos dijeron que era de las más válidas para nuestro producto». Antes que crear su propia web, apostaron por esta comunidad que ya cuenta con 15 millones de compradores y empresas creativas, desde su nacimiento en 2005. Una tienda online a caballo entre Ebay y Amazon, pero enfocada a un sector hasta el momento huérfano: los productos ‘hand made’ y de coleccionismo ‘vintage’.

Etsy es la plataforma más usada por el público anglosajón, comenta Carmen, licenciada en Derecho. Por ello, tras estudiar bien el mercado, decidieron que debían usar también otras con el fin de «llegar a diferentes públicos». Es el caso de Dawanda, para el norte de Europa, y Artesanio, para el mercado español.

Las chicas de Al Sol tenían claro que la red ofrece mayor margen de maniobra, sobre todo cuando empiezas con una tienda.

Las chicas de Al Sol tenían claro que la red ofrece mayor margen de maniobra, sobre todo cuando empiezas con una tienda.

Precisamente en Artesanio, nacida en 2010, es donde también otra pareja de hermanas ha colgado sus productos recientemente. A principios de 2012, Marisol y Alba Álvarez comenzaron como un hobby a crear complementos de punto, pulseras y collares con materiales reciclados y originales. Era una manera de capear la crisis. Actualmente, disponen de su propia tienda online. Al Sol se basa en la producción artesanal de bisutería y complementos, señala Alba, licenciada en Comunicación Audiovisual y Antropología.

«Obviamente, en estos días, lanzarse al mercado con un negocio tradicional es muy costoso y complicado. La mejor opción para empezar es hacerlo a través de un portal especializado. Te permite testear el mercado, así como tus productos, y no implica una inversión de dinero», comenta.

Todos estos portales de ‘e-commerce’ tienen un carácter también de red social. Los clientes y vendedores comparten experiencias mientras están informados sobre cursos, ferias o eventos de interés.

Un escaparate publicitario rentable

Estas plataformas, como el caso también de Copious en Estados Unidos, funcionan como un gran escaparate para los artesanos que crean localmente. Tanto es así que la firma Ja! Made, liderada por la arquitecta Cynthia Gea, recurrió a Etsy aún teniendo ya su propia tienda online. Era una estrategia de marketing. Se trataba de usarla como «medio publicitario», afirma. «Gracias a los buscadores de esta plataforma es bastante probable que tus productos sean vistos por muchos usuarios. Es una ventana más, abierta a posibles compradores», explica la diseñadora, que basa sus creaciones de bisutería en la arquitectura, usando el metacrilato como materia prima.

Firmas como  Ja! Made, a pesar de tener venta física, optan también por subir su catálogo online para ganar en visibilidad.

Firmas como Ja! Made, a pesar de tener venta física, optan también por subir su catálogo online para ganar en visibilidad.

En el caso de Cynthia, las ventas online suponen el 30% del total, aunque no siempre es un porcentaje tan alto en todos los negocios. Así lo explica Alba Álvarez, quien sigue apostando, como el resto de empresarias, por la venta directa en mercadillos especializados: «en realidad, la plataforma la utilizamos más de catálogo. A la gente aún le cuesta decidirse a comprar sin ver los productos antes».

Pese a que el comercio electrónico volvió a batir un nuevo récord durante el primer trimestre de este año, facturando 2.452 millones de euros, un 19,3% más que en el mismo trimestre de 2011, las compras online no van tan destinadas a la artesanía sino al sector turístico: billetes de transporte y reservas de alojamiento, tal y como se desprende de los datos dados a conocer por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

Manitas de Plata tampoco ha abandonado los mercadillos artesanales y la venta directa a tiendas. Aún así, la red está dentro de su plan comercial, por lo que actualmente están diseñando su propia web, que albergará su personalizada tienda online.

Inversión mínima

El proceso para crear una tienda es muy sencillo. Sólo hay que registrarse, definir la actividad y describir los productos mediante unas buenas fotos y un texto claro. Se trata de ir rellenando paso a paso toda una serie de campos que, de forma muy intuitiva, cada plataforma va mostrando: políticas, plazos de entrega o las formas de pago, que van desde Paypal (la más extendida) pasando por tarjeta de crédito, cheque, giro postal o transferencia bancaria, entre otras.

La inversión económica del usuario es mínima. «En mi caso», comenta Cynthia, «sólo han sido 1,20 dólares, de momento». Etsy cobra 20 centavos de dólar a sus usuarios por exhibir durante cuatro meses un producto, más una comisión de 3,5% sobre el precio final del artículo vendido. Además, el vendedor tiene una especie de panel de control desde donde poder hacer un seguimiento a las operaciones de compra y tener los pagos al día. En el caso de Artesanio, por ejemplo, tener una tienda online es gratuito.

Todas las emprendedoras coinciden en que usar estas plataformas no te asegura las ventas, pero es una buena forma de empezar sin que suponga un gran desembolso. De hecho, para un mismo producto, una web puede resultar más productiva que otra, sin aparentes motivos.